Por: Camila Pardo

Por Daniel Martinez

Nos despertamos temprano, luego de tomarme el café más dulce de toda la Habana obra de Víctor Cervantes ( parecía Melao de Caña)pasamos a Recoger a Francis Azar por su hotel, todos listos, nosotros los cubanos le contábamos a nuestro amigo de Australia como era el 1/5 en Cuba, que sucedía ...emocionados por ver mucha gente en la calle, por hacer fotos, para él todo un espectáculo, yo un poco interesado por ver por primera vez un desfile en La Habana.

Hace algún tiempo en Camagüey, Cuba, tuve la oportunidad de asistir a una de las obras teatrales del grupo Teatro del Espacio Interior. Recuerdo la autenticidad de la escena y la empatía emocional que me provocó experimentar tantos sentimientos que estoy segura no eran actuados, tantos pasajes impregnados en la suerte y la desdicha de los cubanos como un mal augurio desde 1959.

En esta entrevista, tengo el honor de dialogar con José Gabriel Martínez, fotógrafo camagüeyano y un maestro que ha dejado una huella profunda en mi desarrollo personal y profesional. Nacido en Camagüey en 1967 y formado en el Instituto Superior de Arte (ISA), Martínez ha dedicado su vida a explorar los límites de la imagen, Para mí, esta conversación tiene un significado especial, ya que José Gabriel no solo fue mi profesor, sino también el detonante de mi pasión por la fotografía. Su manera de abordar lo visual, de convertir cada imagen en un diálogo profundo entre el fotógrafo y el espectador, marcó el inicio de mi camino en este arte. A través de sus enseñanzas, aprenderá a mirar más allá de lo evidente ya valorar el poder de una imagen para contar historias complejas y emotivas. En esta entrevista, exploraremos su proceso creativo, sus fuentes de inspiración y su visión sobre la fotografía conceptual. José Gabriel no solo captura momentos; construye universos visuales que obligan al espectador a detenerse, a sentir, ya reflexionar sobre la esencia misma de lo que estamos viendo. 

En un mundo donde las imágenes saturan nuestras vidas cotidianas, la obra de Rebeca Tirse, fotógrafa cubana nacida en Cárdenas, Matanzas en 1997, destaca por su capacidad de conectarse profundamente con las emociones humanas. Su enfoque en la fotografía conceptual, combinado con influencias poéticas y una conexión personal con sus temas, ha moldeado una carrera que trasciende fronteras y contextos culturales.